lunes, 6 de junio de 2011

Álvaro Arzú: Nefasto para Guatemala (y 3)

Roberto Arias - Opinión - La Hora - Sábado, 22 de Enero de 2011

Álvaro Arzú se casó con Sylvia García Granados, su primera esposa, quien lo sacó del anonimato económico, social y político para escalar hacia estratos que jamás soñó. Esto acrecentó su insaciable avidez por el poder y el dinero y, desde ese trampolín accedió por primera vez a la alcaldía capitalina de 1986 a 1990.


En el primer gabinete de Jorge Serrano Elías, quien ganó las elecciones de 1990, Arzú fue designado Ministro de Relaciones Exteriores en el período 1991-1992. Tras la infamia contra Guatemala de firmar, junto a Serrano Elías, el reconocimiento de la independencia de Belice, renunció antes que la población le pidiera cuentas. Fue a disfrutar, según vox pópuli, de los millones recibidos por entregar a extranjeros parte del patrimonio, la dignidad y la soberanía de Guatemala y de los guatemaltecos.


Tuvo, después, el descaro de pedir "una oportunidad" de gobernar, a ese mismo pueblo, quien amnésico y adormecido por la propaganda y agobiado por los inicios de violencia votó por Arzú, quien ofreció acabar con ella en 180 días (¿?) y gobernó del 14 de enero de 1996 al 14 de enero de 2001. Su actual esposa, Patricia Escobar Dalton, es originalmente ciudadana salvadoreña.


Un problema social de insospechada gravedad fue la violencia rampante que aumentó, cada vez más desideologizada y de naturaleza puramente delictiva, un terreno en el que el Gobierno de Arzú cosechó resultados bastante menos que pírricos.


Pero el costo más alto para los guatemaltecos fue la precipitación imprudente de la firma de la paz, suscrita a marchas forzadas para satisfacer la vanidad y la voracidad del ego de Álvaro Arzú. La criminalidad estaba entronizada en ese momento dentro del propio gobierno y se les dio libertad a los Cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad (CIACS) para resolver, a su manera, asuntos criminales y negocios que no convenían al gobernante y a sus amigos. Los asesinatos de monseñor Gerardi Conedera y Olga Novella y su "solución" a sangre y fuego fueron el preludio de la firma de la paz en Guatemala. El Estado de Derecho, como institución, tomó otros derroteros; era prácticamente nulo y la ilegalidad, criminalidad e impunidad crecieron como el frijolar del cuento.


Paralelo al crecimiento de corrupción e impunidad se firmó la paz sin haber fortalecido la institucionalidad en Guatemala. La paz se firmó entre la violencia, sin antes llevar a Guatemala a un estado de reconciliación entre los diferentes sectores sociales involucrados y no involucrados; todo con el fin de que la firma se realizara dentro del mandato de Arzú, sin importar las consecuencias que sufriera la población.


El imparable crecimiento de la violencia en la actualidad se debe en su mayor parte al manejo empírico y egocéntrico que realizó Arzú en su mandato, puesto que elementos básicos se le fueron de las manos e impulsó la ilegalidad como parte del Estado. De ahí se disparó abiertamente la criminalidad, la corrupción y la impunidad dentro y fuera del Estado, lo cual abrió una enorme brecha para la profunda penetración y cuasi institucionalización del narcotráfico y el crimen organizado, quienes ahora tienen de rodillas a los guatemaltecos.


Estas cosas y otras que sería muy largo enunciar son simplemente la parte negra, provocada por Arzú, en la historia reciente de Guatemala.


Quizás algunos quieran "Retomar el camino" con el nefasto Álvaro Arzú para terminar de acabar con Guatemala.


http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=80387&fch=2011-03-19

Álvaro Arzú: Nefasto para Guatemala (2)

Roberto Arias - Opinión - La Hora - Sábado, 22 de Enero de 2011

En entrega anterior se informó escuetamente sobre los abusos que despótica e inconstitucionalmente, en muchos casos, ha realizado Álvaro Arzú en contra de la República y del pueblo de Guatemala. Lo más asombroso es que la población lo ha permitido sin chistar y sin lograr percibir el daño profundo que este personaje ha realizado para el pasado, presente y futuro de Guatemala como República y como sociedad. El daño ha sido de fondo y ha trastocado los parámetros que debería existir para la permisividad y tolerancia que una población pensante soportaría, sin exigir justicia, a un personaje enquistado en el poder desde hace más de 20 años.

Internet se refiere al gobierno de Álvaro Arzú en los siguientes términos: Arzú se inició en la vida política hace más de 20 años, en las filas del Movimiento de Liberación Nacional, de ultraderecha, anticomunista y de tendencia conservadora. Fue expulsado del mismo por diferencias con el líder de ese partido. Siendo Presidente de la República realizó privatizaciones de los activos estatales y estas privatizaciones fueron sindicadas como poco transparentes, acusándose concusión, ventas infravaloradas y cuestionando negocios potencialmente espurios entre la Presidencia de la República e interesados coludidos. 

Durante su gobierno se vivió un alarmante incremento en los secuestros. Probablemente, uno de los eventos de mayor trascendencia durante su Presidencia fue el asesinato del obispo guatemalteco, defensor de Derechos Humanos, Juan Gerardi Conedera, ocurrido el 26 de abril de 1998, dos días después de que había publicado sus conclusiones en el informe "Guatemala, Memoria del Silencio", donde se atribuyó al Ejército y a las organizaciones paraestatales a él sujetas, el 93% del total de las violaciones de los Derechos Humanos, correspondiendo un 3% de las mismas a las diversas organizaciones guerrilleras, en 36 años (¿de guerra?) durante el período comprendido entre 1960 y 1996. Arzú declaró tres días de duelo nacional y se aprestó a afirmar que el asesinato había sido un crimen común, no político. Con sospechas de que personas del círculo de seguridad del Presidente eran culpables del crimen y ante la presión nacional e internacional, formó una comisión con sus más valorados colaboradores y, además, con miembros de la Iglesia, para investigar exhaustivamente el asesinato; sin embargo, desde el inicio de la investigación se observó una actitud flagrante por parte de Arzú para desvincular a sectores del Estado del hecho, a pesar de haber pruebas de la participación de la inteligencia militar en el asesinato. 


Casi cuatro años luego, tres miembros del Ejército, incluido un capitán que formaba parte de su seguridad, fueron juzgados y hallados responsables, en efecto, de la muerte del obispo. (CICIG debe investigar la responsabilidad a Álvaro Arzú en ese asesinato). 


El más grande logro que tuvo el gobierno de Arzú fue la firma de los Acuerdos de Paz, el 29 de diciembre de 1996, con la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Acuerdos que se venían negociando desde 1988. Antes de tomar posesión, ya había mantenido contactos con la comandancia guerrillera y había hecho de la conclusión del proceso de negociaciones un eje de su campaña electoral, por lo que fueron desventajosos para las fuerzas armadas y de seguridad, repercutiendo negativamente hasta la actualidad... Continuará.



http://lahora.com.gt/notas.php?key=79989&fch=2011-01-22

Álvaro Arzú: Nefasto para Guatemala (1)

Roberto Arias - Opinión - La Hora - Sábado, 15 de Enero de 2011

Cuando regresamos un poco en la historia reciente de la República de Guatemala, nos damos cuenta de lo funesto que ha sido Álvaro Arzú para ésta. Lo que ya sabemos que "vendió"; se clavó, como dicen muchos guatemaltecos o se robó, como dicen otros chapines que medio abrieron los ojos, han sido multimillones de dólares sustraídos al Estado, al erario y al pueblo de Guatemala mientras los cegatones le aplauden.

Quién sabe en qué bancos y en cuáles países guardará este hábil embaucador las navegables cantidades de dinero que habrá sustraído y que con alguna seguridad sigue sustrayendo de las empresas estatales que ha negociado convirtiéndolas en iniciativa privada, con el contubernio de sus amigos de corrupción, seguramente miembros de cúpulas económicas nacionales y extranjeras.

Entre broma y broma, con confianza y en familia, se clavaron el Campo de Marte, se apoderaron del Estadio Olímpico y hasta se robaron la calle que circunda dicho estadio; la circularon con un muro para utilizarla como parqueo privado, vedaron inconstitucionalmente la libre circulación al ciudadano y la prensa, agazapada, calló. Él y sus compinches se apoderaron de la zona 1 de la Capital de Guatemala. Primero consintieron que se degradara con la permanencia de vendedores y delincuentes que alienaron el centro capitalino; prohibieron que se remozaran o se les diera un mantenimiento adecuado a los edificios; muchísimos propietarios somataron a precios de risa sus edificios y casas y se las vendieron a los socios banqueros que estaban en espera de que esto ocurriera y finalmente... de un plumazo sacaron a todos los vendedores ambulantes del centro, los metieron hacinados en un lote municipal y se robaron calles y avenidas que ahora utilizan con la finalidad aparente de sacarle el jugo al área como sector turístico. Se rumoran ocho manzanas a tomar. 

Columnistas y medios, en lugar de protestar porque se robaron una de las dos únicas arterias que unen totalmente el norte y el sur capitalino (La 6ª. y la 7ª. avenidas.); arrobados, permitieron callada la boca el atropello y... ¡aplaudieron! En una urbe en la que se necesitarían más arterias que allanen las exigencias del recargado tráfico multiplicado por la miopía de la municipalidad, Álvaro Arzú puso un tapón que torpemente deja la salida diaria de cientos de miles de vehículos de las decenas de colonias ubicadas en las zonas 1, 2, 6, 18, etcétera, sin el recurso de la fluidez que daba la 6ª. avenida antes de las nueve de la mañana.

La venta, privatización (o robo) de los activos del Estado de Guatemala: La Empresa Eléctrica; la Compañía Telefónica; Indeca con sus silos y fincas en toda la República; el Ferrocarril; el Correo Nacional; el nuevo Transmetro construido con dinero municipal y con las calles municipales en donde ya no puede alguien cambiarse a los carriles alternos en la 6ª. avenida prolongación (zonas 4 y 9) porque es vía exclusiva del Transmetro (un parche para las necesidades de esta gigantesca urbe del tercer mundo); según dicen, próximamente la Empresa Municipal de Agua; etcétera. 

Pero esto es poco, comparado con el daño estructural que este funesto y oscuro personaje, siendo presidente, hizo a la República de Guatemala, debido a su enorme arrogancia, ignorancia e ineptitud. En país de ciegos el tuerto es rey, dice el aforismo que puede enfocarse perfectamente en Guatemala con Arzú y sus congéneres. Continuará...


http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=79615&fch=2011-01-15

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